La llegada de un nuevo miembro al grupo
La llegada de un nuevo miembro a un grupo de perros ya formado puede ser motivo de desequilibrio para el resto de compañeros.
Vamos a diferenciar entre la llegada de un cachorro y la llegada de un perro adulto porque, aunque habrá algunas similitudes, son dos condiciones muy diferentes.
Cachorro
[if !supportLists]- ¿Le gustan a tu perro/s los cachorros?
Si la respuesta es “no” deberíamos de replantearnos introducir al cachorro en casa. Respetar el carácter y el espacio del perro que ya vive en casa es siempre una prioridad. Un cachorro implica mucha dedicación y si a esto añadimos la enorme energía, a veces descontrolada, que trae consigo el pequeñajo, puede ser muy difícil de soportar para nuestro perro adulto.
[if !supportLists]- La llegada
En el momento de conocer al cachorro es recomendable seguir ciertas pautas.
En primer lugar, tratándose de un cachorro y teniendo en cuenta que ya habéis valorado si a vuestro/s perros le gustan o no, puede ayudar que el primer encuentro sea en un parque o un lugar que para nuestro perro sea de ocio, de paseo o simplemente un sitio conocido.
[if !supportLists]- Espacios diferentes
Para que la adaptación para todos sea lo más amable posible puede estar bien no cambiar demasiado la rutina de los perros que ya están en casa en cuanto a paseos, horas de comida o lugares de descanso.
También puede ayudar que los perros que ya vivían en casa tengan su momento del día sin el cachorro, dejándoles descansar.
Adulto
Si vais a tomar la decisión de adoptar a un perro adulto deberéis valorar la relación de vuestro perro con sus congéneres y el carácter del perro que vayáis a adoptar. En caso de no tener claro qué hacer con la llegada de un perro adulto a casa contacta con nosotros y te ayudaremos en el proceso: conperrosentrenamiento@gmail.com
Una vez valorado estos puntos y con la llegada del nuevo perro próxima deberemos tener en cuenta:
[if !supportLists]- La llegada
Con varios perros adultos trataremos este punto con mucha delicadeza y para ello el encuentro será en un sitio conocido para nuestros perros. Partiremos con ambos atados, tomando una distancia prudencial de mínimo 20 metros y pasearemos en paralelo, muy despacio y dejando a ambos su tiempo para olisquearse o mirarse en caso de que alguno de los 2 se pare. Una vez veamos que ambos pasean relajados podremos soltarlos, tomando una distancia más larga que la anterior a la hora de soltarlos.
Después de haber dado un pequeño paseo con nuestros perros para que se conozcan llegará el momento de entrar en casa y para ello, previamente a entrar, quitaremos todos los juguetes que haya en casa ya que no queremos que haya ningún motivo de disputa, los platos de comida en caso de que tengan siempre la comida a su disposición y dejaremos que entre el nuevo inquilino antes para que pueda olisquear y visitar todas las habitaciones tranquilo.
[if !supportLists]- Espacios diferentes
Es recomendable que durante las primeras semanas pasen tiempos limitados juntos, sobre todo en los momentos de comer y de dormir que al principio se harán por separado. Las veces que vayan a compartir espacio nos aseguraremos que sea de una forma controlada, sin añadir elementos de conflicto para ambos, buscando espacios de relajación y de calma.
Poco a poco iremos buscando que compartan más tiempo juntos pero intentando que los primeros días sea siempre con vosotros presentes. Estos momentos serán guiados por vosotros pero serán ellos los que os den pistas para saber si pueden o no pasar más tiempo juntos así que coger papel y boli y prestar mucha atención a lo que pase ¡cada perro es un mundo!
Y sobre todo, no forzaremos a ninguno de los perros ni ninguna situación. Es importante que la adaptación sea paulatina y agradable, teniendo en cuenta que en algunos casos será rápida y otras más lenta.
¿Estás preparado para tanto cambio?
